Germicopa

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Desde Quimper, Germicopa se ha convertido en el líder mundial de las variedades de patata de carne firme.

En su origen, la historia de S.A. Germicopa es la culminación de dos colaboraciones. En 1947, se constituyó un Grupo de Interés Económico entre algunas cooperativas que tenían sus sedes en Finisterre y la sociedad Clause, con el objetivo de sacar la producción bretona de su dependencia frente a Holanda. En 1984 se creó una Sociedad de Responsabilidad Limitada Germicopa entre la unión de las cooperativas Unicopa y Clause con el objetivo de promover las variedades para la exportación (las superficies producidas representaban un tercio de las superficies bretonas). En 1989 se creó una Sociedad Anónima para reagrupar los potenciales de Clause y Unicopa en la investigación,  la creación varietal y la comercialización. Hoy Germicopa se ha convertido en uno de los líderes de la patata que ha conservado el mismo objetivo principal, crear variedades originales y productivas y comercializarlas a través del mundo.

Germicopa tiene su origen en la fusión de las cooperativas UNICOPA de Bretaña con la Sociedad CLAUSE para evitar su dependencia de Holanda, promoviendo la creación de variedades para la exportación. Hoy Germicopa se ha convertido en el líder mundial de variedades de patata de carne firme además uno de los principales líderes del mercado de variedades de  patata

La tradición está hecha de innovaciones del pasado.

Éric Bargy, el D.G. De Germicopa expresa bien el espíritu que anima a los 65 empleados de la empresa “Damos mucha importancia a la calidad culinaria de nuestras variedades, sin duda en razón de nuestro origen bretón y francés y de la importancia de la gastronomía en nuestra cultura y tradiciones. Pero esta preocupación del respeto a la tradición no debe hacer olvidar que  ésta se construyó sobre las ideas nuevas de nuestros antepasados. Novedad pues, es nuestra tradición!”

 Tradición e innovación . En Bretaña se da mucha importancia a su tradición culinaria, siendo conscientes de que esta tradición está forjada sobre innovaciones de nuestros antepasados

«Crear una nueva variedad de patata, supone como mínimo 20 años de esfuerzo: 10 años de investigación y 10 años de desarrollo, marketing, comunicación”

Se siembran 35.000 granos por año (un grano=una variedad potencial)para finalmente no retener más que una o dos variedades al cabo de ocho años. La selección está basada sobre los criterios de resistencia a las enfermedades (mildiu), de cualidades culinarias y tecnológicas (color de los fritos) y de adaptación agronómica.

«No existen dos variedades de patata idénticas”

La paciencia es indudablemente la mejor arma del creador varietal. Antes de crear una patata susceptible de ser comercializada, él debe, en efecto, efectuar centenares de cruzamientos, plantar millares de tubérculos, realizar baterías de tests…y eso durante una buena decena de años. Enseguida los comerciales toman el relevo de los investigadores para hacer conocer esta variedad a los consumidores. “Se considera que este desarrollo comercial dura, también él, diez años, subraya Eric Bonnel, director de investigación de Germicopa. “Nuestra empresa invierte cada año cerca de un millón de euros en investigación y 1,3 millones en marketing”

Germicopa ha lanzado más de una cincuentena de variedades.

Antes de la realización de cualquier cruzamiento entre variedades de patata, Germicopa estudia las expectativas del mercado. “Buscamos crear variedades para clientes extremadamente diferentes: los industriales,  los consumidores, los agricultores”, enumera Eric Bonnel. Los primeros exigen variedades destinadas a ser transformadas en féculas, chips y fritos; los segundos quieren “bellas” patatas de carne firme; los terceros esperan un rendimiento importante y una buena resistencia a las enfermedades… En total, Germicopa ha identificado ocho tipos distintos esperados por sus clientes: Carne firme, primor, rústica, fécula, frita…La Empresa busca, pues, crear variedades para cada uno de estos tipos y la manera de proceder es sistemáticamente la misma. Primeramente, el equipo de investigadores de Germicopa identifica las variedades que contienen los caracteres buscados en su “banco de datos genéticos” propio o en el puesto a su disposición por el Instituto Nacional de Investigación Agronómica de de Ploudaniel. “Enseguida planificamos 1.500 cruzamientos, cerca de 800 se realizarán efectivamente y 500 tendrán éxito”, indica EricBonnel. 

Crear una nueva variedad de patata, supone como mínimo 20 años de esfuerzo: 10 años de investigación y 10 años de desarrollo, marketing, comunicación. Antes de crear una patata susceptible de ser comercializada, él debe, en efecto, efectuar centenares de cruzamientos. La selección está basada sobre los criterios de resistencia a las enfermedades (mildiu), de cualidades culinarias y tecnológicas (color de los fritos) y de adaptación agronómica. Germicopa ha lanzado más de una cincuentena de variedades

Reducción de residuos, y del impacto sobre el medio ambiente.

Hay que buscar sin cesar y encontrar nuevas variedades que produzcan tubérculos homogéneos en calibre y forma, resistentes a los stress térmico e hídrico, origen de residuos fisiológicos, tolerantes a las enfermedades responsables de pudriciones o de alteraciones superficiales, y que presenten cualidades de larga conservación. Eso permite reducir las cantidades de residuos en todos los eslabones de la cadena, desde el productor hasta la utilización final por los consumidores.

Para adaptarse a un medio ambiente que cambia continuamente.

La naturaleza y los parásitos se adaptan y evolucionan permanentemente. El mismo virus puede aparecer bajo 36 formas diferentes (véase la gripe). La investigación de nuevas variedades permite adaptarse a nuevos inconvenientes. Es preciso, igualmente, encontrar nuevas variedades para adaptarse al calentamiento climático y a cada especificidad del globo.

En la estrategia de Germicopa está siempre, encontrar nuevas variedades más sanas y que generen menos residuos como contribución a la conservación del medio ambiente. También lograr variedades que se adapten a un medio ambiente en continua evolución.

Finalmente el consumidor también cambia.

Ayer, compraba sacos de 25kg de patata no lavada. Hoy, prefiere embalajes más pequeños (500g, 1kg, 2,5kg) de patatas lavadas para una cocción al vapor o en agua o incluso packs de micro-ondas  de 250g.

La creación varietal es una experiencia cada vez más difícil de imitar. Hoy, los que pueden llevar nuevos proyectos no son numerosos. El problema para Germicopa, no es de ver lo pequeño o grande, sino de ver lejos. Ello necesita de impregnarse del mundo exterior para crear y favorecer la trasferencia de información a escala mundial. Es por la puesta en común de las experiencias por lo que Germicopa puede crear proyectos de desarrollo con sus clientes.

Entre las nuevas variedades que buscan su camino en el mercado, Germicopa se aplica a escribir “historias de éxito”.

Todas las patatas no son destinadas  a ser comercializadas en los lineales  de frutas y verduras. Hay que encontrar igualmente variedades especiales para la industria (variedad frito, variedad puré, almidón, etc).

El mercado mismo del huerto tiene también sus especificidades, pues los hortelanos aficionados son verdaderos especialistas que nunca eligen una variedad cualquiera (los hortelanos son los que mejor conocen las diferencias entre cada variedad de patata)

Juntos, adaptarse, cambiar y proponer soluciones.

La diversidad de las situaciones en las cuatro esquinas del mundo hace compleja la creación de nuevas variedades. Deben adaptarse a las necesidades de cada región, a las condiciones agro-climáticas, pero también a las diferentes situaciones culturales y sociales. Estas dificultad es también fuente de riqueza: la de los intercambios entre los investigadores, productores y comerciantes del mundo entero.

Finalmente el consumidor también cambia y sus demandas son variables en las diferentes regiones del mundo. La obtención de nuevas variedades debe alimentarse de estas nuevas demandas. Debe adaptarse, cambiar y proponer soluciones para una población cada vez más numerosa y más exigente.

Una presencia en más de 60 países.

 GERMICOPA está presente en más de sesenta países y con vocación de estarlo en todos los países, en todos los continentes, ya que se cultiva patata en todas partes sobre el planeta. Ya sean sus semillas cultivadas en Europa o en otros continentes por socios autorizados, deben adaptarse a las necesidades de nuestros clientes, agricultores, recolectores, acondicionadores o industriales. A escala mundial, Germicopa debe continuar obteniendo variedades respetuosas con el medio ambiente, económicas en agua, resistentes a enfermedades, rústicas, de buena conservación, de cualidades nutricionales ejemplares.

Producir siempre más y siempre mejor, en medios ambientes agronómicos, tecnológicos y sociológicos siempre más exigentes y diversificados. Tal es el desafío lanzado a la creación varietal de la patata, del mismo modo que a la agronomía y a la protección sanitaria, para alimentar a la población mundial en rápido crecimiento, en busca de una alimentación diversificada.

¿Con qué país?

Sudáfrica – Albania – Argelia – Alemania – Angola – Arabia Saudí – Argentina – Australia – Bangladesh – Bélgica – Benin – Brasil – Bulgaria – Burkina Faso – Canadá – Camerún – Chile – China – Chipre – Cuba – Egipto – Emiratos Árabes Unidos – España – Francia – Gabón – Grecia – Hungría – La Reunión – Mauricio – Irán – Israel – Italia – Japón – Kirguistán – Kuwait – Líbano – Libia – Mali – Malta – Marruecos – Mauritania – Mozambique – Níger – Nueva Caledonia – Pakistán – Países Bajos – Portugal – Rumania – Reino Unido – Senegal – Eslovaquia – Sudán – Sri Lanka – Suecia – Suiza – Siria -Tadjikistan – República Checa – Togo – Túnez – Turquía – Uruguay – EE.UU.

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